ANTOLOGÍA SADE LANÚS 2008 – POEMAS EN AZUL Y BLANCO


Prólogo

“ La patria es una nueva musa que influye divinamente”

Fray Cayetano Rodríguez

La poesía como “testimonio histórico”. El rito de la palabra en nombre de un sentimiento; se trata de una poesía militante. Una poesía comprometida con su tiempo, con su suelo. Encarnación verbal de gestas de la emancipación nacional, aún vivas en espíritus sensibles.

Se tuvo confianza en la influencia de la poesía sobre la idea y se la utilizó como instrumento social; la poesía como su más noble y digna voz de homenaje. Se usa decir: es la décima musa argentina que penetra los ánimos creadores y los planifica de entusiasmo.

Convertirse en un fragmento de la significación del nombre Argentina, cuando pronunciamos este nombre, quiere decir muchas cosas; necesaria e inevitablemente significa su gente, sus artesanos, sus labriegos, sus industriales, sus profesionales, sus mujeres y hombres; sus escritores, poetas…

¿Qué es a lo que puede aspirar un creador? Si lo es verdaderamente y desde su raíz, a lo más destacado: su autenticidad.

Solo escribiendo se puede poner en claro lo que quiere decir ser argentinos.

Una Argentina que en gran parte los escritores inventaron o descubrieron, mirándola con dolor y sin desapego, con entusiasmo y rigor, conociéndola palmo a palmo y libro a libro, sin que nadie pudiera quitarle el dolorido sentir.

El sol de mayo y la aurora precursora de su surgimiento serán elementos reiterados en cada reverdecimiento poético.

Alberto Poeti, poeta, nos dice que “la Patria es el don divino / en donde el ser ha nacido / Es un marcado destino.

El destino del argentino está marcado para los nacionales pero también para los inmigrantes. Dice Hanna Khouri con la voz del inmigrante: “Tengo el gusto de compartir con ustedes el tema del patriotismo y creo que la Argentina es y será un crisol de razas, ya que siempre supo dar cabida a quienes eligieron este país para continuar desarrollando sus vidas. No interesan los años que uno pueda vivir, pero si por alguna circunstancia me tocara dar la vida por una causa justa, por mi país adoptivo lo haría con alegría, porque entiendo que la vida es un momento de gloria, nada más”.

La indeferencia, el desarraigo y la pobreza tienen su lugar en estas páginas: “La realidad globalizada nos atrapa como la red del cardumen, realidad demoníaca” (Susana Micone). Los poetas salvan la individualidad nacional.

El ejercito argentino, de Maria Delia Márquez, recuerda las luchas por la independencia y las epopeyas redentoras que llevaron la libertad a los pueblos americanos, al ejército de San Martín que los patriotas veneran, pero no al ejército que cambió su destino por la opresión y el miedo.

La canción patria, símbolo de patria amada, canta fervorosamente: “Patria, quisiera que vuelvas / con tu corazón paisano / y el himno, brote del alma / con el poder ciudadano” (Micaela Di Feo).

Sin olvidar el recuerdo sentido de la lucha por la recuperación de las islas Malvinas.

Cuanto hecho, militar o civil, que reafirme el camino de la independencia iniciado en Mayo, encontrará su celebración poética. El animo que nutre esta poesía es común a todos los poetas participes de este libro, como florilegio de lo argentino.

Felisa Fernández Alberté

felisa_alberte@hotmail.com

Mayo de 2008, Mes de la Patria

Alberto Poeti

La Patria

La Patria es el don divino

en donde el ser ha nacido.

Es un marcado destino

que nos da Dios en la tierra.

Es la Patria la que encierra

las esperanzas y anhelos.

Por la Patria es el desvelo

esperando el sol del siglo.

Por la Patria son los hijos

que heredaran la Nación.

Por la Patria es la pasión

de sentirse soberano.

Por la Patria es el hermano

que a otra Patria pertenece,

porque la envidia no crece

si no anida una traición.

Por la Patria el corazón

del patriota se ennoblece

y por la Patria nos crece

este orgullo de varón

que nos hace solidarios

de la mujer con amor.

Por la Patria una canción

la vida y la esperanza.

Por la Patria hay una lanza

de bandera enarbolada

y por la Patria ganada

juremos defenderla.

Pues la Patria es una perla

que está en su concha guardada

como una imagen sagrada

de valor incalculable

de sables y de cañón,

de lanzas y de puñales.

Porque así se hizo su historia.

y si no haga memoria

por qué estamos hoy aquí

no fue la casualidad,

sino la sangre de hermanos

la que derramó la mano

del tirano usurpador,

de las tierras y del oro.

Por eso codo con codo

hoy debemos defender

la herencia que nos han dejado,

emblema de libertad.

No debemos olvidar

nuestra historia del pasado,

juntaremos nuestras manos

los hombres y las mujeres

al defender la Nación

que nos hizo independientes

en libertad y pensamiento,

pues ya lo dijo Sarmiento

educar al soberano.

Y entonces no habrá tiranos

ni argentino que se venda

por una limosna dada.

El que quiera gobernar

habrá de ser ejemplar

para que nos represente.

Claudia Sofía Prieto

Bandera incompleta

-¿Por qué lloras bandera?

-Alguien me quitó

lo que me pertenece

-¿Quién y cuándo?

-Un año,

en 1833,

unos hombres

vinieron

y se apoderaron

de una de mis hijas: “Malvinas”.

Desde ese día,

me siento

ultrajada,

violada

en mi dignidad…

Una de mis hijas,

se fue…

Ahora la engañan

con historias falsas

Y la pintan

con colores extraños.

Por eso,

me siento herida

e incompleta.

Entonces me desperté

y vi a lo lejos

que la historia

era cierta…

Y entonces una lágrima

Celeste

y Blanca

voló

hacia esa tierra

diciéndole:

-¡Algún día vendrás

y así

núnca más

mi bandera

estará rota

por el dolor!

Hanna Khouri

Amada mía

Amada mía,

amo tus colores,

color del cielo,

motivo de alegría.

De la magnolia,

tu blancura,

el Sol brilla

en tus mejillas,

el viento canta

y tu flameas.

Todo nació

en la imaginación

del General Belgrano.

Cuando flameas

en mi balcón,

no es una decoración,

es motivo de amor

y causa de adoración.

Te vi flamear

en la frontera,

frente al Cristo Redentor,

eres nuestro orgullo

y símbolo de unión.

En las Naciones Unidas,

con las demás banderas,

ofreces un panorama

de paz y armonía.

Todas juntas son capaces

de dar felicidad

a toda la Humanidad.

Todos juntos cantamos:

¡Oíd mortales!, con devoción.

La Patria

La razón de la vida me lanzó como una flecha a este diario vivir. Vi un camino y lo seguí, sin saber claramente de dónde partía ni a donde llegaría. Fui un niño… crecí, recorrí muchos lugares de la patria grande. Acumulé años, pero nunca pude olvidar el hogar en que nací, un hogar sencillo donde pude respirar el aire fresco, contemplar la belleza de sus montes y alimentarme con los frutos de la tierra.

Mis primeros veintitrés años vividos en Siria me permiten decir que este país es mi patria, pero también después de vivir sesenta años aquí, en este querido suelo, puedo decir que Argentina es mi segunda patria. Actué siempre con lealtad y honestidad, hice patria con generosidad, mis descendientes son patriotas argentinos.

Tengo el gusto de compartir con ustedes el tema del patriotismo y creo que Argentina es y será un crisol de razas, ya que siempre supo dar cabida a quienes eligieron este país para continuar desarrollando sus vidas.

A los escritores y poetas nos incumbe una responsabilidad: tenemos el deber moral de velar por el bien del pueblo, volcando en nuestros escritos las necesidades, inquietudes, deseos, ilusiones y pensamientos de los ciudadanos.

Dar de nosotros mismos para iluminar el buen sendero que debemos transitar, como también advertir al pueblo de los errores y peligros que afectan a la patria y a sus habitantes.

El ciudadano que se precie de tal -sobre todo si tiene el honor de ser gobernante- debe velar por la independencia política y económica, no comprometiendo nunca los intereses nacionales ni servirse de ellos

Todos nacimos por igual, tenemos derecho al trabajo, a la vivienda, a la libertad de expresión y, por ende, a la seguridad de todos los ciudadanos.

La patria no necesita ni se construye con discursos sino con el trabajo honesto y útil de todos los días. Necesitamos hombres que desempeñen sus tareas con responsabilidad y que estén dispuestos a hacer de su país el lugar preferencial para lograr el bienestar de todos sus ciudadanos.

Patria Grande

Patria grande es nuestro planeta tierra, es la madre de todo lo existente, de sus entrañas surgen las sustancias que alimentan la vida; imaginariamente, en naciones esta dividida. Por ende la tierra era, es y será una unidad de planeta, o sea la Patria grande, de todo lo existente; en especial del Hombre racional dotado de inteligencia; todo es obra de Dios, omnipotente en la naturaleza.

Por consiguiente, el hombre es el centro de la existencia, y debe colaborar con la obra de Dios en el rumbo ascendente, para acercarse al bien en el sendero de la verdad; si miramos hacia el pasado, veremos la distancia que nos separa en el conocimiento de la vida. Pasó mucho tiempo desde el comienzo de la vida en grupos, acompañados con el sufrimiento, el dolor y la dura lucha por la supervivencia, escalando desde el grupo a la ciudad, a un Estado, a la Nación. O sea, la Patria.

A lo largo de los tiempos, surgieron los imperios que, en nombre del patriotismo, ocuparon territorios ajenos por la fuerza, a costa de sacrificar tantas vidas a sus soldados como a los habitantes de los pueblos usurpados; pasaron muchos imperios, uno tras otro.

Las consecuencias fueron muchas durante muchos siglos; el siglo XIX fue testigo del surgimiento del patriotismo por la liberación de tantas formas de ocupación y explotación; se liberaron muchos países y se achicaron muchos imperios y cayeron muchas dictaduras.

Tras las guerras, las muertes y las destrucciones, surgió la organización de las Naciones Unidas, para prevenir las agresiones y los litigios en forma pacifica, y acordaron que todos los países tenían derecho a la independencia; fue un avance muy importante pero muy lejos de ser perfecto.

En el actual siglo comenzó un nuevo despertar, cada país tiene derecho de administrar su riqueza, su política y su democracia; es ahí cuando surge un nuevo patriotismo valiente y en paz.

Si de patriotismo se trata, en primer lugar nuestro reconocimiento a los héroes que idearon y organizaron la lucha para la liberación hasta alcanzar la independencia de la Patria Argentina; en especial a todos los hombres que dieron sus vidas en el campo de batalla, para que las generaciones venideras vivan con dignidad y disfruten la independencia.

Luego podemos citar todo acto de patriotismo, como ejemplo, los voluntarios de bomberos, que arriesgan sus vidas por el prójimo.

En mi modesta opinión, el patriotismo, que es un sentimiento, lo debemos practicar todos los días siendo buenos ciudadanos; la honestidad, el respeto a las leyes, cumplir con el Estado y por supuesto con la Patria, ya sea un Presidente de la Nación, un funcionario, un comerciante o un operario.

Nací en Siria, a los veintitrés años llegue a Argentina; es decir que llevo ya cincuenta y ocho años aquí, estoy nacionalizado argentino y con el orgullo de serlo; conozco mis deberes hacia mi Argentina, donde disfruto de la misma libertad que poseen los nacidos en esta tierra.

No interesan los años que uno pueda vivir, pero si por alguna circunstancia me tocara dar la vida por una causa justa, por mi país adoptivo lo haría con alegría, porque entiendo que la vida es un momento de gloria, y nada más.

Lydia A. Lopez

El baquiano

La senda tiene cien leguas

el baquiano las conoce.

Sabe de donde vienen

y sabe hacia donde van.

Con los arroyos y ríos

de la llanura pampeana.

En lo oscuro de la noche

avanza lento y sin miedo.

Observa los árboles que hay

y... si orientarse no puede

huele pastos, raíz y tierra.

En círculo da una vuelta

clava la vista en un punto

y... como flecha, galopa

desafiante como el viento

de la llanura pampeana.

Símbolo

Maria Sánchez de Thompson,

valiente dama argentina

Con hilos de cielo

Y nubes ...

Su patriotismo bordó.

Para exaltar a la patria

En sus famosas tertulias

Se escuchó con altivez

Vibrantes y audaces

Versos que escribió

Con devoción ...

Vicente López y Planes

¡UN ONCE DE MAYO FUE!

mil ochocientos trece

qué el entusiasmo

estalló con orgullo

en las gargantas...

Y de pié inmortalizaron

NUESTRO HIMNO NACIONAL

Símbolo de la

Patria amada

Fervorosamente

Cantado...

EN CASA DE UNA PATRIOTRA

Rosa Dulce Asenal

Ponchos al viento

Se mueven sombras

en medio del monte.

Al pie de la colina

en mil luces brilla.

Salta, la linda.

Pronto amanecerá

Martín Miguel, Macacha y Juana

salen de la intrincada espesura.

A través del monte

blanden sus rojos ponchos

con bravura.

Crujen, guardamontes, espuelas y lanzas.

Relinchos de caballos rasgan los aires.

Valor y coraje

los guía en la alborada.

En tropel cruza el valle

con sus bravos gauchos Martín Miguel.

Más atrás, a grito é tigre

Avanzan los montoneros

y es una danza

de ponchos y lanzas el valle.

La página inmortal

de “La guerra gaucha” escriben ya

desde los montes, valles y quebradas.

¡A la victoria, mis gauchos!

Es Martín Miguel quien lo grita

Macacha y Juana lo siguen.

Alza la Patria su frente

y Salta toda se enciende de esperanza.

Arden las lanzas

sacan chispas los arcabuces.

De repente:

una bala traicionera, cruza el aire

lo halló a Martín desprevenido.

Cae el valiente en un aullido

Bramó de rabia y dolor

ensangrentado y con furia

exclamó: “¡No quedará

la historia trunca, del

suelo salteño!”

Y un juramento

como fuego se extendió.

¡Del suelo salteño

al enemigo echaremos!

Cierra los ojos Martín Miguel

en brazos de Macacha

cubierto de sangre, envuelto

en su poncho, su último aliento exhaló.

Susana Micone

Desarraigo y pobreza

“Porque su historia,

no es la historia del poder

sino la frágil vida oculta de los lirios,

la imperceptible nota de los bordes.”

María Teresa Dri

Frágil vida oculta

sin refugio

sin gloria

sin derechos.

Vidas anónimas

al margen

casi nada

cayendo en la nada.

Pequeñas vidas

transitando caminos

en nuestra tierra.

Más allá

más allá del asfalto

donde mueren los empedrados

nacen vidas

con destino de intemperie.

Semillas voladoras

los sin tierra

hierbas sin raíz.

Realidad globalizada

Realidad nuestra

multifacética

multifuncional

multicausal

multimedio

multicanal

multiplicadora de estupideces

multípara de las tristezas.

Realidad globalizada

como red al cardumen

nos atrapas comunicados y solos!

Muchos cayeron del globo

otros queremos bajarnos.

Realidad enmascarada

tragedia griega

opereta liviana

¿corso de barrio?

Realidad, me aturde

tu verborragia política!

Realidad, agonizas

aplastada por estadistas!

Realidad nuestra

demoníaca

despótica

destructora

despareja

devoradora!

María Delia Márquez

Al Ejército argentino

El púrpura del poniente

pintaba de rojo las ansias

del alma de los valientes

que cruzaban las montañas.

Laberintos de peñascos

les cortaban el camino

oquedades de silencio

en precipicios sombríos.

Ventiscas que lastimaban

como cuchillos sus caras

piedras, ríos y alimañas

tuvieron que desafiar.

Y a esa soledad infinita

de los Andes, colosal

que se cernía inclemente

para el fervor dominar,

pero el valor indomable

de aquel soldado argentino

superó con entereza

la negación de un destino.

Y con denuedo y fiereza

entre el frío y la borrasca

la neblina de las cumbres

que imponentes se elevaban

llevando a su jefe enfermo

acortaron las distancias.

¡Y llegó la epopeya al fin!

¡Un pueblo hermano fue libre!

Ejército de San Martín

que al enemigo venciste

hoy los patriotas te rinden

homenaje sin igual.

Al soldado de Malvinas

Envueltos en nieblas

de sueños de gloria

que grita embriagado

necio valentón

héroes argentinos

sin saber de guerras

riegan con su sangre

y tierno candor

la tierra perdida

las Islas Malvinas

que sentimos nuestras

¡Y es solo un clamor!...

El viento no espanta

las ansias despiertas

el frío no aplaca

el fuego interior

y dejan la vida

casi adolescentes

prendiendo en las almas

llamas de dolor.

Hoy rindo homenaje

a tanta bravura,

a tanto coraje,

a tanta ilusión

muchachitos nuestros

que en cruel holocausto

se fueron un día

para nuestro horror.

Para sus hermanos

y en lejana Patria

supieron dejarnos

en dulce porfía

lo que significa

¡Dignidad y Honor!

héroes argentinos

sin saber de guerras

riegan con su sangre

y tierno candor

la tierra perdida

las Islas Malvinas

que sentimos nuestras

¡Y es solo un clamor!...

El viento no espanta

las ansias despiertas

el frío no aplaca

el fuego interior

y dejan la vida

casi adolescentes

prendiendo en las almas

llamas de dolor.

Hoy rindo homenaje

a tanta bravura,

a tanto coraje,

a tanta ilusión

muchachitos nuestros

que en cruel holocausto

se fueron un día

para nuestro horror.

Para sus hermanos

y en lejana Patria

supieron dejarnos

en dulce porfía

lo que significa

¡Dignidad y Honor!

Dolor

Mi Patria está enferma

me duele mi Patria

postrada en tinieblas

carente de sol

sin ver horizontes

que alienten su vida

por hijos ingratos

que roban su amor

amor por la tierra

que henchida les brinda

su pan y el trabajo

que es redención.

¡Qué cruel la ceguera

de quienes, arteros,

confunden con saña

poder con honor!

sin ver la miseria

que siembran al paso,

dejando en los surcos

tan sólo dolor.

Elida Canestri de Eserequis

Para agradar a los patriotas

Nace la Patria del fecundo suelo

y de la sonrisa del cielo nativo

con ofrendas de amores y virtudes

de ceñidos y egregios patriotas.

Brota con su vergel de majestad de diosa

resplandece casta, dulce, argentina

iluminado su insigne nombre

embellecido por el numen de sus patriotas.

Brota la Patria con encendidas bengalas

como compendio de nubes victoriosas

con destino de gloria y humanidad

convocados todos eternamente

por el himno, por su alado sonar.

Brota del temblor disperso de mayo

destello sublime, helado de estrellas

superando brumas, truenos, tempestades

la Patria perdona y abraza a sus hijos y más…

¡Oh, Patria, corazón de ritmo epopéyico

y lenta ternura en los labios,

en la blanda densidad de los días

danos el nítido fervor para confiar!

Juntos lustremos el sol en silencio

porque así ansiaron, así ansían

los buenos, los nobles, los ilustres,

los que dignamente sostienen tu aliento,

célebres patriotas, ante quienes

nuestros párpados

se entornan con inmensa piedad.

Elsa A. Pagura

Mi tierra

La dicha he tenido

de aquí haber nacido.

Mi Patria es mi suelo

la tierra de albores

de dorados sueños

de versos y amores.

Aquí se han formado

hijos de talento;

en tus profundidades

savia han buscado

para su sustento

y la han hallado.

Alimento eres

como esa madre

que saca nutrientes

de donde puede,

se hace omnipotente

porque magia tiene.

Los hombres de mayo

aquí se han forjado

esos que han tenido

el alma integrada

al pulso encendido

del ruego sagrado.

Abiertos muy grandes

tus brazos y manos

para recibir

también a emigrantes

como si ellos fueran

tus propios hermanos,

¡porque es pueblo gaucho

de ideales sanos!

Mi Patria

¿Sabe qué linda es la tierra

de mi Patria generosa,

que en el cielo albiceleste

luce mi bandera hermosa?

En la pampa tan extensa,

canta alegre el arroyuelo

que serpentea en murmullos

enriqueciendo su suelo.

Atesora en sus entrañas

valles, montañas, la puna,

Patagonia que acaricia

con sus destellos la luna.

La dulce canción de cuna

que a los campos le dedica,

donde no falta el paisano

que con su guitarra en mano

y su verborragia rica,

canta a la Patria Argentina,

¡Que es una gloria infinita!

Vida de campo (Oda)

Busca y busca el pastor

a la oveja descarriada,

se ha perdido o se escapó

entre valles y quebradas,

¿o tal vez por ese trueno

disparó disparatada?

Al llegar al aprisco

cuenta y vuelve a contar,

el que falta es un cordero,

¿ha caído al pedregal?

Presuroso el pastorcito

va el camino a desandar,

busca por montes y valles

y aún no ha podido hallar

al corderito pequeño

que seguro ha de andar

en busca de la manada

para poder regresar.

La flauta del muchachito

echa notas a volar,

para darle alguna pista

al extraviado animal.

Cuando cesa

en un instante

alcanza a escuchar

un balido quejumbroso

a lo lejos del lugar.

Corre, corre el pastorcito

para poder evitar

lo que supone un peligro

en este mal presagiar.

Cuando encuentra al corderito

allí pudo comprobar

que lo habían lastimado

alimañas del lugar.

Lo carga sobre sus hombros

para poderlo llevar

hasta el redil presuroso

para tratar de curar.

Varios días separado

seguro han de demandar

hasta sanar sus heridas

y volver a corretear.

¿Habría sido una enseñanza

para el pequeño animal

que no debe apartarse

de la manada jamás?

Payada de gauchos

La tierra circular

1. conteste payador…

Que pá todo se da mañana

Cuanto quiere usté a la tierra

Que no se lava ni baña…

2. Amo la tierra y me baño

Que hasta parezco más lindo

Pero no lo hago seguido

Pues me desconoce el pingo…

1. Digame usté aparcero

Si una respuesta a de dar…

Cuando le haga la pregunta

Qué es la tierra circular…

2. Disculpe mi información

Que mi sapiencia refleja

Creo es tierra que circula

Por dentro de sus orejas…

1. Mis orejas son morenas

Y expreso a modo de queja,

Cómo ha entrao tanta ignorancia

En esa poca cabeza…

2. Mi cabeza no es poca…

Caben en ella mis ojos,

Oreja, nariz y boca,

Pelo y hasta algunos piojos…

1. Mejor es que concluyamos

Este modo de payar…

Me he quedado sin saber

Qué es la tierra circular…

Gabriel Tejo

A los chicos de Malvinas

Hoy son hombres…

y algunos son abuelos,

pero eran chicos

el día que partieron

para enfrentar

a un poderoso enemigo

capaz de hacer temblar

la tierra con su fuego.

Y entonces…

estos chicos conocieron

la traición, el abandono,

el sufrimiento…

y la bronca…

de mirar con impotencia

como tantos compañeros

no volvieron.

Y ya nada sería igual

para sus vidas,

porque habría un hueco

profundo y tremendo,

que no se llenaría

con palabras…

ni con promesas ligeras

como el viento.

La Patria

les debe el homenaje

que se merecen,

estos héroes verdaderos,

y el pueblo, ¡que los ame!...

Y que comprenda

el inmenso sacrificio

que ofrecieron.

Alicia Pappalardo

Patria

Patria:

Tierra de aguas limpias y horizontes amanecidos de sol,

molinos de pan y esperanza,

hombres que edifican los sueños y siembran la paz.

Patria:

Hondos surcos en el cuerpo mineral de la tierra,

arco iris de pájaros y enredaderas de viento

frutos campesinos en los arados maduros.

Patria:

Lagos sureños, poblaciones de espigas,

ventisqueros, glaciares y altiplanos,

lejanos ecos de herencias indias.

Patria:

País de amor y trigo, de alfarería mágica,

de ceibos y juncales, de cataratas fragantes,

de golondrinas viajeras y horneros australes.

Patria:

Increíble cordillera con ansias de cielo,

lluvias abundantes sobre la cruz del sur,

albergue de cardos y costas rocosas.

Patria:

Domicilio del pampero bravío y refrescante,

puñado de arcilla en la vasija de América.

Hernán F. Padín

Patria que dueles…

¡Ay!, Patria…

Patria que dueles, que lastimas,

pero que también brindas

la paz verdadera y la dicha…

Patria plagada de contradicciones,

espejo de mi alma, de mis amores.

Un cóndor bravío clava sus ojos

en la infinitud de los montes.

Cordillera fronteriza, límite natural,

que viste pasar, con asombro,

a los valerosos soldados

que la América para sí conquistaron.

Patria de San Martín,

de Belgrano, de Moreno y Sarmiento,

Patria de héroes que sus esfuerzos dieron

en pos de aquel ideal que moldearon.

Pero Patria también del vaqueano,

del gaucho bribón y el paisano,

aquel que a una tradición dio motivos,

que transitó la pampa

en busca de un sentido…

Patria del indio, poblador originario,

gran olvidado por la historia,

salvaje bravío que, en su coraje,

nos llenó de temor y orgullo,

pues su grito también fue el nuestro:

¡Libertad!... valor denegado.

Patria que es el tango,

y Buenos Aires y el puerto,

tierra de compadritos malevos

que en una vuelta de esquina

jugaron su destino

en un ademán de cuchillos…

¡Patria mía!

Amor infinito e ingrato

que en cada repliegue lastima,

cuya esencia confunde

con la maldad que la guía…

Pero esa tristeza no es Patria,

sino lo que han construido

almas sombrías, infectos gusanos,

que sudando discursos

usan la bandera de trapo.

Almas que venden, impías,

el patrimonio de un pueblo,

su esperanza y destino… ¡apostados!

Eso no es Patria, mi amigo,

sino aquello que la traiciona,

que con desvergüenza y saña

ha escrito su historia de sangre,

estupidez y hastío…

Patria que me lastima,

porque en mi mente resuena:

¡Malvinas!,

hija perdida por la desidia

que se desangró inútilmente

en las guerras fratricidas,

que hoy ve pasar por sus calles

como almas perdidas

a esos chicos sin destino

que la conciencia olvida…

Pero esta tierra que me vio nacer

me verá algún día morir también …

Y en ella he de existir,

hasta llegar mi partida,

cuando sólo quede aliento en mi pecho

para exclamar:

-Yo te he amado, ¡Argentina!

Lidia Azucena Púlice

Un burrito trovador

Trota, trota mi burrito

Trota, trota sin cesar

Trota, trota rapidito

Que nos vamos a jugar.

Mi burrito, rito, rito

Mi burrito, rito, rá

Trota, trota rapidito

Que ya estamos por llegar.

La escuelita ya está cerca

Mi burrito, rito, rá

Apuremos el pasito

Que la Patria cumple ya.

Las campanitas de Mayo

Ya repican sin cesar.

¡El veinticinco ha llegado!

Mi burrito, rito, rá.

Mi tierra

Mis lágrimas afloran

Me abandono.

Qué decir de mi tierra

A la que amo.

Tiene mi olor

Tiene mi esencia

Tiene mi vida

Tiene mi historia.

Qué decir de su rica geografía,

Ubicada en un punto inmejorable

Tiene ríos, cerros, pampa, cielo

Y los Andes magníficos la surcan.

Rodeada del mar cuya riqueza

Apetecen los hombres que se acercan

Y su historia de próceres cubierta

Que gestaron nuestros días de antaño.

Muchos fueron los cultores que sembraron

Con su pluma, con su arte y con su ciencia

Un futuro venturoso para todos

Embebido de saberes e intelecto.

Hoy mi tierra no es lo que querría,

La pobreza la invade y la maltrata

Y los niños, que sufren en la calle

Descendiendo…

Sin lo mínimo…

LA VIDA!

Lidio Jawniuk

Y me duele la Patria

Y me duele la Patria, que ultrajada

medita sus miserias y su duelo,

sus destinos frustrados, sus anhelos

de crear, como el sol, la llamarada.

Esa luz, que opacaron los tiranos,

los dueños del poder y la riqueza

que dispensan dolor, tanta ¡pobreza!

hundiendo la ilusión en un pantano.

Y me duelen los brazos, que han sufrido

en el surco buscando el alimento.

Como el agua, que encuentra su contento

en las mieses y el germen que ha parido.

Y me duele el país, extenso y duro

que poblaron foráneos con su esfuerzo,

que en talleres y fábricas, dispersos,

su esqueleto vital, macizo y puro.

Y aquí estoy… tan perplejo y consumido,

viendo actuar la política nefasta

que coloca la enseña a media asta

con sus hijos sin pan y doloridos.

Nuevos bríos yo pido, y a destajo

la tarea es volver a la grandeza,

y no cabe tal vez ni la tibieza

sino el arduo sudor que da el trabajo.

Y la escuela, que nutre en frágil seso.

Y el saber, que sepulta la ignorancia.

En las aulas, la luz y la constancia

y el amor a las ciencias y al progreso.

Por los barcos que llevan la pradera,

en su vientre el cereal y la esperanza

de los hombres que sudan la labranza

con el trigo feliz, en primavera.

Es el cambio que quiero, que el destino,

por las nuevas veredas de este tiempo,

y el crisol de mil razas, nuevos vientos.

Con los hombres de bien, es su camino.

A la Patria

Seña la historia su epopeya viva

Marca la geografía tus distancias

Se me hace piel la idea y la constancia

De lograr la Nación, fuerte y altiva.

Del Ande acaso, a la cautiva tierra

Que en las Malvinas ensombreció tu anhelo

Se alza gigante este feliz anhelo

De forjar tu destino, en paz o en guerra.

Tus montañas, tus ríos, tus praderas,

Tu cielo te cobijan. Cien naciones,

La fuerza de la idea en que millones

Lucharon, para hacerlas duraderas.

Arde tu sol en la bandera amada,

El trabajo, el taller, el campo todo

Símbolo de libertad y, de este modo,

La nobleza se enciende en la mirada.

La cruz del sur bendice la tarea

De construir la Patria redimida,

Sin miedos, sin temor y no oprimidas

Que lucen sin censura las ideas.

El porvenir aguarda consumado

Lo que en la diaria tarea construimos,

Los brazos al amor que al mundo abrimos

Con cadenas ya rotas… liberados.

Inmigrante

Bajo el barco, con los sueños rotos

y con viejos dolores en su pecho,

escapando tal vez de su miseria

y sus manos colmadas de proyectos.

Su equipaje seguro es tan escaso

como enorme su esperanza, y esto

ilumina sutil, con luz del alba,

que amanece feliz en su cerebro.

Y la pampa feroz le dio el destino

que forjó con sudor y denuedo

abriendo surcos, con sus dedos duros,

con el afán que bendice sus intentos.

Inmigrante: ¡la tierra te ha querido!

como una novia que acapara el sueño

de las mieses que tanto te redimen,

recompensas del fruto de tu esfuerzo.

Y los hijos vinieron, y la Patria

se pobló con retoños en su seno.

Es la sangre de un mundo que cobija

la bandera argentina al extranjero.

Y la paz y el trabajo y el progreso

vinieron a formar un mundo pleno,

crisol de razas que transita altivo

y abre los brazos al futuro nuevo.

Tal vez tus huesos en la pampa duerman.

Aquella que te dio pan y sustento,

aquella que regaste cada día

con agua de tu frente y de tu aliento.

Y seguirán los hijos tu camino,

cual la semilla que germina adentro,

haciendo de la Patria emancipada.

Faro de luz de la justicia, encuentro.

Rodolfo Luís Verón

¿Qué entiendo por Patria?

Desde mi Chaco

Cuando me preguntan qué entiendo por Patria,

porque muchos saben que vengo del indio,

les digo: es mi tierra, es mi pachamama,

cunas de mis padres y hogar de mis hijos.

La Patria es mi rancho, de adobe y de paja

y allá en las ciudades, altos edificios,

el que calza ojotas y es pastor de cabras,

de traje y corbata el hombre instruido.

Que es arroyo manso, turbulentos ríos,

que es monte chaqueño, que es cerro y es pampa,

que es duro quebracho del sur, altos pinos,

que es puma y guazuncho y en la altura, es águila.

En la puna ríspida, es guanaco y llama,

en mi Chaco agreste, el jaguar arisco,

en la pampa verde, pastorear de vacas

y en la Patagonia, petróleo y pingüinos.

Los campos sembrados del bendito trigo,

los algodonales, aquí, en mi comarca,

en tierras cuyanas, la vid, hecho vino

y en valles sureños, perfume a manzanas.

La Patria es Malvinas, hoy tierra usurpada

por las prepotencias que tienen los gringos,

buitres carroñeros, que clavan sus garras.

Ladrones de guantes de rancio apellido.

Patria... palabra sagrada con notas de himno,

con sólo nombrarla, mi sangre arrebata.

Henchido de orgullo por ser argentino

y honrar mi bandera, la celeste y blanca.

Así, así lo comprende, mi honor de ser indio;

¡te parece poco!, ¡todo eso, es la Patria!

Amelia Fernández

¡Patria!... ¡Te recuerdo!

Recuerdo tiempos de niña

cuando cursaba el primario,

iba con mis trenzas largas

por las veredas del barrio,

almidonadas las tablas

del guardapolvo, planchado,

de azul y blanco mi orgullo

luciendo colores patrios.

De un frío Nueve de Julio

o un Veinticinco de Mayo,

el himno se hacía cielo

entre delantales blancos,

bombas rompían el silencio

en la mañana temprano,

había fiesta en la plaza,

la Patria cumplía años.

Hoy sin comprender pregunto,

con cierto amargo resabio,

¿por qué foráneas costumbres

matan la esencia del pago?

Patria, quisiera que vuelvas

con tu corazón paisano,

y el himno, brote del alma

con el poder… ciudadano.

Injusticia

Querido barco, Crucero General Manuel Belgrano, que recorriste los mares del mundo haciendo flamear nuestros colores patrios, para hacer conocer la tierra del buen pan y del vino, “granero del mundo”.

Sin cesar y sin fatiga instruiste a nuestros jóvenes argentinos. Siempre te añoraremos; fue tan vil y salvaje el ataque que el enemigo te ocasionó en plena mar.

Fue la injusticia más perversa que sufrió nuestra Patria. Nunca será olvido, esos jóvenes que dieron sus vidas en pos de la libertad soberana.

El enemigo vil fijó sus garras en una de nuestras queridas reliquias patrias, para causar efectos de poder.

Crucero General Belgrano, nos queda el triste recuerdo a todos los argentinos.

En las costas australes tu figura, como un eterno héroe del pasado, seguirá custodiando nuestra libertad.

Rogamos sin cesar por la paz de los pueblos y de nuestra Patria.

Carolina Ocampo Mallov

Las voces del océano (Malvinas)

La luz mala vieron sus ojos

tiempo arisco de brevedad

fulgor inclemente del abuso

su cruenta historia no morirá.

Hambre helada, arma furiosa

lozanas vidas inexpertas

y sus ojos ajados de recuerdos

me miran: sangre eterna.

Ventaja explicita del ajeno

implícita inverecundia del poder

aullido convulso del veneno

que aún late en las fibras de su ser.

La ambigüedad fue reina del terreno

comensal privilegiada del sur

telaraña de truncadas juventudes

tendida por secretos de cruz.

Y en el festín sórdido de lo absurdo

donde los cuerpos fueron la flora común

donde la lluvia fue sangre gallarda

y se extendió un rojo antes azul.

Y braman aún sus memorias

desplegaba alas el mortal metal

y mil aves posesas de esas alas

regaban el lodoso previsible final.

¿Y qué ha quedado de la lucha?

En estas tierras indignadas

sujetos u objetos de mismo pasado

el llanto materno de la desgracia.

¿Y qué ha quedado sino reproches,

el tal vez y la razón sin razones,

el fuego angustiante de la llama

que, briosa, ardió y arde en dolores?

¿Fue ineficiencia pusilánime,

comandos fríos de consecuencia,

perversa traición oportunista,

la ilusa desventura de la impaciencia?

¡Brutalidad! ¡Ingenuidad!

Sí, tal vez lo fuera.

Mas al saberlo me pregunto,

¡llorará la Parca y los traerá de vuelta?

No, como entonces hoy,

impune oscuridad plena.

¿Hemos perdido, hemos ganado?

Pues sólo la muerte victorea.

Felisa Fernández Alberté

En el monumento a los caídos por la Patria

Elévate Patria, ceñida de laureles

como ofrenda a los mártires,

de las gestas redentoras.

Por tu honor, en trágicas jornadas

sucumbieron en tu nombre, amada Patria.

Y al honrar justicieros su memoria

se yerguen orgullosas de su gloria

las sombras de preclaros hombres

de un pueblo de aguerridos héroes

que, con estirpe valerosa, resistió

frente al galo intrépido, la invasión.

En el Mayo libertario el grito dio

de Libertad, como soberana Nación,

y alzó su voz clamando redención

de la dominante espada del ávido conquistador

que de su suelo arrojó, con valiente ardor

dando pródigo su vida y su coraje.

Su bandera flameó, las tropas orgullosas

en las orillas del majestuoso Paraná

la Patria por siempre juraron defender.

Criollo genuino de este suelo agreste,

mezcla del español y del indio salvaje,

al caudillo indómito y sangriento

remplazó por el imperio sagrado de la ley.

De luchas intestinas, en trágicas jornadas

se debatieron federales y unitarios,

pero la Constitución por todos aprobada

que los exilados patriotas dieron

a la República naciente

sabias normas de paz, progreso y orden.

Alta hazaña, de más de medio siglo atrás

que ilustres patriotas nos legaron.

Que si laureles, como vencedores logramos

en gestas intrépidas, como vencidos más

a un pasado de sentido orgullo, gloria

que dejó su huella en nuestra historia.

De las presentes épocas somos testigos

no queridos y afligidos,

de políticas perversas que muestran

rica Patria de mieses y frutos generosa.

Yacen los pobres, gente de pueblo, en plazas.

Las huestes cartoneras, ausentes de la escuela,

entre pilas de basura se debaten.

La patria del dinero ahoga al idealismo

de nuevas libertades que excluyan la pobreza.

Y los mártires de la Patria, en sus tumbas

no encuentran la justa redención,

porque lucharon y dieron su existencia

con grandeza y desinteresada valentía,

justicia y gloria a la Patria

para un futuro que reivindique

de este suelo la memoria.

Canto lírico a la libertad

No es dado a los mercaderes

eterno hacer su tenebroso imperio,

sobre el globo infeliz, feroz porfía,

doquier el terror, el llanto, el duelo,

la orfandad, el desamparo y la pobreza.

Y en vano fieros, desde su alto asiento

el águila del norte, guerrera agita

los pueblos de América del Sur.

Sobre los montes y tendidos llanos,

desde México, con sus libertarios guasos,

el Amazonas su selva exuberante,

las pampas argentinas de doradas mieses.

Invocar de la Patria, el santo nombre,

independencia al suelo americano

piden las almas hambrientas, confundidas.

El sangriento poder, la vil codicia

que de antaño, en la conquista ignominiosa,

estas tierras desbastadas, condenaban

a la servidumbre y muerte al indio,

fruto de la tierra americana,

la noche del error que antes cubría

la ambición, cobrando nueva vida

de distintos modos sutiles

se apodera de sueños de libertad social.

Llegará el valiente artesano

dotado de humildad y de sapiencia

que destierre la posesión del imperio

y nos haga libres de la cuna

y sentimientos de poder

y nuestra carne ubérrima,

frente a nuestros cultivos verdes.

La causa que al caudillo el pecho inflama

del clientelismo las urnas llenas.

El sagrado entusiasmo, en tanto crece,

le impide ejecutar, como hijo denodado,

los planes que medita.

La tierra le muestra su fecundo seno,

herido y destrozado por el rayo

del Atlántico al Pacifico océano

oír parece el ruido de las olas espumosas,

plegarias fervientes del pueblo americano.

¡Cuanto sudor, cuanta fatiga os esperan

pueblos de la Patria americana!

A fin de lograr la independencia prometida

que movidos los pueblos, que el hombre

los sagrados derechos invoca.

Decid, ¡oh pueblos!, de vuestra libertad,

libertad, libertad las altas torres

del orgullo americano, inflamados

a la luz de la gran filosofía, teoría del bien

en escritos de sabios revelada

a la Patria querida han consagrado,

al código sublime de nuevas sabias leyes

que han forjado, ellas, furor sagrado

cuando de esclavitud te redimieron.

En tu fecundo suelo crecerá, majestuoso

de libertad, el árbol sacrosanto.

Sobre sus montes alzará su frente

y sus ramas pomposas cubrirán

el más vasto continente.

Época memorable. Ya los pueblos

que tan altos acentos hoy escuchan,

como las olas del mar se agitan

en la búsqueda de un horizonte nuevo.

Noemí Rosalba Mulieri de Micone

La casa de mi abuelo

La casa de mi abuelo, allá en Barracas

tenía balcón sobre la calle Australia

zaguán y patio con parra;

allí vivió recién llegado de Italia.

Corredor con reloj, sala espaciosa,

en línea recta cuadradas piezas;

al fondo, siempre la parra armoniosa

dando sombra en las caldeadas siestas.

Allí nacieron los hijos de mi abuelo;

en el patio con macetones de helechos

risas fueron como mariposas en vuelo,

llantos de adiós, eco, en el zaguán estrecho.

La mesa tendida que a todos reunía

fue de mi padre recuerdo postrero;

redondo pan que la abuela María

horneaba en el fondo con amor supremo.

La mesa en el patio, llegadas las fiestas

estrellas tapadas por hojas de parra,

los hijos cantaban sin tener orquesta,

ricota en pasteles, canela y castañas.

Pasaron los años, la parra vestida, la parra desnuda,

ausencia primera de hermana sentida,

hogares plasmaron de vida futura,

ausencia segunda, de madre vencida.

Racimos inmensos colgados del cielo,

los moños de almíbar cubiertos, la mesa tendida.

Mi abuelo desde su hamaca miraba muy tierno

a los hijos de sus hijos, continuidad de su vida.

María Micaela Di Feo

Tierra nuestra

Pampa acústica

por grillos tamboreada.

Interminable canción

de sapos en los charcos.

Grave anuncio de tormenta inesperada...

pampa de lluvias, truenos y relámpagos.

Punta de flecha inflamado, allá lejos...

horizonte enlutado.

Pampa seca de los ardientes veranos

cual ríos sedientos de tierra amarronados.

Pastizales ondulantes, dorados.

Mintiendo al sol, sus tallos quebrados.

Pampa histórica de los ancestros,

indios fuertes a caballo.

Defendiendo su extensa tierra,

por los poderosos, relegados.

Pampa húmeda cuando la cultivaron,

pampa generosa

cuando su abrigo reclamaron.

Madre tierra de los pájaros

ombúes y álamos.

Cielo y tierra... tierra y cielo

con cinta de nubes, amarrados.

Con los brazos abiertos...

esperando que vuelvan sus hijos añorados,

envueltos en pañales de horizonte

y por la luna iluminados...

Pampa antigua,

de los gauchos recuerdos...

Argentina, tierra nuestra

en el milagro del sol, nostalgias y tiempos.

Berta Yastrubni

Nuestras Malvinas

Cuando la guerra enlutó nuestra realidad

la sangre ofrendada se vertió rauda...

y el sol besó la macilenta carne de cañón

¿Por qué este odio insensato

y no la paz ansiada entre los hombres?

¿Por qué estos campanazos estridentes

golpeando nuestro espíritu?

profanando con ecos

el tañido de la Patria...

Patria que dio hombres con bravura

defendiendo con honor sus ideales y su suelo

para que nuestra tierra sea promisoria

sabiendo que vida y muerte tienen vigencia milenaria

...y aunque las lágrimas

preñaron la esencia del pueblo

en el fragor del combate

...y el rezo fue cambiado por el arma

con el corazón oprimido de dolor y angustia

nada ni nadie amedrentó el coraje

ni la convicción de pertenencia...

Pobres de almas aquellos enajenados

en la codicia del poder

Pobres de almas aquellos insensatos

que empujaron a la guerra...

aún así / jamás agonizaremos / porque

nos alzaremos sobre el eterno descanso

de los caídos

enarbolando la blanca y celeste,

personificandonos en mensaje profético

a través de generaciones...

hendiendo los confines al grito de

¡LAS MALVINAS SON ARGENTINAS!

Mabel Haydeé Segurado

Oración a la bandera

Recorriendo huellas

Imagen de un río

de aguas dolientes

haciendo preguntas

buscando respuestas.

Retrato de angustia

en valientes almas

con pañuelos blancos

recorriendo huellas.

En puentes oscuros

que ocultan traiciones

vistiendo uniformes

que una vez juraron

defender justicia...

defender la vida...

Imagen de un río

retrato de angustia

con pañuelos blancos

pidiendo justicia...

Allí, donde se ubican las imágenes caras a la representación del don divino de la vida.

Allí donde te buscas con ansias de justificación en tus actitudes. Allí donde el silencio solemne de tus remansos espirituales lleva a la contemplación y al éxtasis, allí debes levantar inmaculada, lejos de toda profanación, con la custodia sagrada de la sabiduría, el altar de la bandera.

Cuando tus huellas comiencen a teñir de celeste y blanco, cuando toda tu alma se columbre de sus colores, cuando todas las auroras y todos los ocasos tengan el bicolor entramado, cuando en el bravío ardor de la disputa meridiana sientas serenarte con el imperio sublime de la razón, y las lágrimas del triunfo o de la derrota bifurquen tu visión en celeste y blanco, es porque estás pensando en función de patria y toda tu sangre se torna un río celeste y blanco en el alambique de la ambición.

Tu bandera no es sólo un emblema, es tu alma y la de todos… expuesta a los ojos del Creador, reclamando la bendición de la paz eterna, con la promesa firme de la redención.

La «Casa Belgraniana» y distintos Centros de Cultura han honrado esta oración destacándola en varias ocasiones.

Al General San Martín

Dedicado a las fundaciones y casas sanmartinianas de todo el país (recordando como educadores sus indiscutidos valores).

El General Don José de San Martín es posiblemente la figura más atractiva que nos ofrece la historia entre los adalides de la libertad.

Su veneración conoce el ámbito inmenso de la universalidad.

En San Martín hay algo más que un genio militar y es la dimensión honesta y sincera, ecuánime y austera que puso en todos los actos de su azarosa existencia.

Su nombre debe ser cita para el lugar común de todos los argentinos que, presos de las pasiones personales, pierden el rumbo en las horas difíciles que aquejan a la Patria.

Un emotivo viaje a Chile*

Las voces que han dictado estos escritos nos van uniendo de generación en generación, llevan consigo mandatos imposibles de esquivar.

Ejemplo de lo dicho es que, no casualmente, al cierre del Tomo IV de la edición de esta antología de poetas de la SADE, en un sencillo pero emotivo acto, se le han entregado al Presidente de nuestra venerada institución, la Sociedad Argentina de Escritores, el Profesor Doctor César Augusto Cabral, como obsequio de indudable afecto y reconocimiento, varios escritos de enorme valor histórico del poeta Premio Nobel chileno Pablo Neruda, pertenecientes a la Biblioteca Nacional de Chile.

Y me tocó a mí la suerte de ser, en este importante presente, una humilde intermediaria entre los representantes de la cultura chilena y la nuestra.

Fechado febrero de 2008, a la finalización de la importante Feria del Libro de Viña del Mar se entregó este presente, que constituye una indiscutible y emocionante muestra de hermandad que une a ambos países.

Como escritora y docente se han conmovido las fibras más íntimas de mi alma en un deseo de paz infinita; haciendo votos por los jóvenes “sanmartinianos” para que se superen a sí mismos, sacando soldados de la nada, midiéndose con la montaña y el mar, venciendo imperios, en pos de la libertad.

(*) Texto dedicado por la autora a la antología de poetas de la SADE Club de la Pluma Alzada, Tomo IV, Gabas, 2008.

DATOS DE LOS AUTORES

Alberto Poeti: Escritor de la ciudad de Lanús. Ha publicado el libro “Intonclus” (2007) con lo mejor de su poesía, y ha participado en antologías literarias.

Claudia Sofía Prieto: Docente recibida en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), ha publicado “Magia” (2001) e “Imágenes de la Palabra Celeste” (2006) y participado en varias antologías literarias.

Hanna Khouri: Ensayista, poeta y narrador nacido en Siria y residente en Argentina. Es autor del libro “Imaginaciones” (2006), escrito en tres idiomas.

Lydia A. Lopez: Escritora ganadora de varios premios literarios en la ciudad de Lanús. Ha participado en antologías de la SADE Lanús y otras instituciones.

Rosa Dulce Asenal: Oriunda de Daireaux (Pcia. de Buenos Aires), ha escrito ensayos sobre historia contemporánea e indígena. Participó en Antologías de SADE Lanús y otras instituciones.

Susana Micone: Ensayista, poeta, periodista, docente e investigadora. Publicó “Nosotros; profecías para argentinos” (Faja de Honor 2005/2006 de la Soc. de Escritores de la P.B.A.) y “Meditaciones para psiconautas” (2007), entre otros títulos. Participó en seis antologías de SADE.

María Delia Márquez: Escritora lanusense, ha obtenido varios premios y menciones en literatura y también en teatro. Ha integrado diversas antologías literarias.

Elida Canestri de Eserequis: Es Profesora de Letras por la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Dirigió la SADE Lomas de Zamora y publicó “Puertas adentro” (cuentos) y una biografía de Libertad Lamarque.

Elsa A. Pagura: Escritora y poeta nacida en Arroyo Seco, ha obtenido un Segundo Premio de la Municipalidad de Lanús. Actualmente participa de talleres literarios.

Hernán Padín: Profesor de Psicología, escritor y filósofo, ha publicado “Desestructuraciones” (1999), “El Itinerario del Caminante” (2004) y “Filodoxia” (2006). Es Director de Ediciones Independientes Minerva.

Lidio Jawniuk Abogado y escritor nacido en Lanús, forestador y amigo de la naturaleza, publicó “Poemas de mi soledad y una canción de amor” y “Caminos, senderos y atajos”.

Rodolfo Luís Verón: Poeta chaqueño de rima perfecta y profundo sentido humano, publicó “Añorando el pago” (2002) y “Tiempo de volver” (2006). Participó en diversas antologías y ganó numerosos premios.

Amelia Fernández: Poeta rosarina, obtuvo distinciones por su obra literaria y publicó “Cariñosamente” (2008). También participó en numerosas antologías.

Felisa Fernández Alberté: Poeta, ensayista, abogada, historiadora, conferencista y ex-presidenta de SADE Lanús. Entre otros títulos publicó “Constituciones de papel” (1990), “Una sociedad sin honor” (2004) y “El código de honor de los argentinos” (2007).

Carolina Ocampo Mallov: Joven poeta de 18 años. Participó una antología e integra el taller literario de la SADE Lanús.

Alicia Pappalardo: Profesora de Lengua y Ciencias Sociales, colaboradora en distintas publicaciones educativas, participó en concursos de poesía con premios y menciones especiales, así como en talleres literarios en Lanús.

Mabel Haydeé Segurado: Escritora y docente, Profesora de Matemáticas y Física, ha publicado sus obras junto a las de su padre, Gerardo Segurado, en el libro “Poesía Compartida” (2006).

Gabriel Tejo: Poeta y guitarrista de General Pringles.

-Otros autores participantes: Lidia Azucena Pulice, María Micaela Di Feo y Berta Yastrubni (integrantes del taller litarario de la SADE Lanús).