Prólogo
“ La patria es una nueva musa que influye divinamente”
Fray Cayetano Rodríguez
La poesía como “testimonio histórico”. El rito de la palabra en nombre de un sentimiento; se trata de una poesía militante. Una poesía comprometida con su tiempo, con su suelo. Encarnación verbal de gestas de la emancipación nacional, aún vivas en espíritus sensibles.
Se tuvo confianza en la influencia de la poesía sobre la idea y se la utilizó como instrumento social; la poesía como su más noble y digna voz de homenaje. Se usa decir: es la décima musa argentina que penetra los ánimos creadores y los planifica de entusiasmo.
Convertirse en un fragmento de la significación del nombre Argentina, cuando pronunciamos este nombre, quiere decir muchas cosas; necesaria e inevitablemente significa su gente, sus artesanos, sus labriegos, sus industriales, sus profesionales, sus mujeres y hombres; sus escritores, poetas…
¿Qué es a lo que puede aspirar un creador? Si lo es verdaderamente y desde su raíz, a lo más destacado: su autenticidad.
Solo escribiendo se puede poner en claro lo que quiere decir ser argentinos.
Una Argentina que en gran parte los escritores inventaron o descubrieron, mirándola con dolor y sin desapego, con entusiasmo y rigor, conociéndola palmo a palmo y libro a libro, sin que nadie pudiera quitarle el dolorido sentir.
El sol de mayo y la aurora precursora de su surgimiento serán elementos reiterados en cada reverdecimiento poético.
Alberto Poeti, poeta, nos dice que “
El destino del argentino está marcado para los nacionales pero también para los inmigrantes. Dice Hanna Khouri con la voz del inmigrante: “Tengo el gusto de compartir con ustedes el tema del patriotismo y creo que
La indeferencia, el desarraigo y la pobreza tienen su lugar en estas páginas: “La realidad globalizada nos atrapa como la red del cardumen, realidad demoníaca” (Susana Micone). Los poetas salvan la individualidad nacional.
El ejercito argentino, de Maria Delia Márquez, recuerda las luchas por la independencia y las epopeyas redentoras que llevaron la libertad a los pueblos americanos, al ejército de San Martín que los patriotas veneran, pero no al ejército que cambió su destino por la opresión y el miedo.
La canción patria, símbolo de patria amada, canta fervorosamente: “Patria, quisiera que vuelvas / con tu corazón paisano / y el himno, brote del alma / con el poder ciudadano” (Micaela Di Feo).
Sin olvidar el recuerdo sentido de la lucha por la recuperación de las islas Malvinas.
Cuanto hecho, militar o civil, que reafirme el camino de la independencia iniciado en Mayo, encontrará su celebración poética. El animo que nutre esta poesía es común a todos los poetas participes de este libro, como florilegio de lo argentino.
Felisa Fernández Alberté
Mayo de 2008, Mes de
Alberto Poeti
en donde el ser ha nacido.
Es un marcado destino
que nos da Dios en la tierra.
Es
las esperanzas y anhelos.
Por
esperando el sol del siglo.
Por
que heredaran
Por
de sentirse soberano.
Por
que a otra Patria pertenece,
porque la envidia no crece
si no anida una traición.
Por
del patriota se ennoblece
y por
este orgullo de varón
que nos hace solidarios
de la mujer con amor.
Por
la vida y la esperanza.
Por
de bandera enarbolada
y por
juremos defenderla.
Pues
que está en su concha guardada
como una imagen sagrada
de valor incalculable
de sables y de cañón,
de lanzas y de puñales.
Porque así se hizo su historia.
y si no haga memoria
por qué estamos hoy aquí
no fue la casualidad,
sino la sangre de hermanos
la que derramó la mano
del tirano usurpador,
de las tierras y del oro.
Por eso codo con codo
hoy debemos defender
la herencia que nos han dejado,
emblema de libertad.
No debemos olvidar
nuestra historia del pasado,
juntaremos nuestras manos
los hombres y las mujeres
al defender
que nos hizo independientes
en libertad y pensamiento,
pues ya lo dijo Sarmiento
educar al soberano.
Y entonces no habrá tiranos
ni argentino que se venda
por una limosna dada.
El que quiera gobernar
habrá de ser ejemplar
para que nos represente.
Claudia Sofía Prieto
Bandera incompleta
-¿Por qué lloras bandera?
-Alguien me quitó
lo que me pertenece
-¿Quién y cuándo?
-Un año,
en 1833,
unos hombres
vinieron
y se apoderaron
de una de mis hijas: “Malvinas”.
Desde ese día,
me siento
ultrajada,
violada
en mi dignidad…
Una de mis hijas,
se fue…
Ahora la engañan
con historias falsas
Y la pintan
con colores extraños.
Por eso,
me siento herida
e incompleta.
Entonces me desperté
y vi a lo lejos
que la historia
era cierta…
Y entonces una lágrima
Celeste
y Blanca
voló
hacia esa tierra
diciéndole:
-¡Algún día vendrás
y así
núnca más
mi bandera
estará rota
por el dolor!
amo tus colores,
color del cielo,
motivo de alegría.
De la magnolia,
tu blancura,
el Sol brilla
en tus mejillas,
el viento canta
y tu flameas.
Todo nació
en la imaginación
del General Belgrano.
Cuando flameas
en mi balcón,
no es una decoración,
es motivo de amor
y causa de adoración.
Te vi flamear
en la frontera,
frente al Cristo Redentor,
eres nuestro orgullo
y símbolo de unión.
En las Naciones Unidas,
con las demás banderas,
ofreces un panorama
de paz y armonía.
Todas juntas son capaces
de dar felicidad
a toda
Todos juntos cantamos:
¡Oíd mortales!, con devoción.
La razón de la vida me lanzó como una flecha a este diario vivir. Vi un camino y lo seguí, sin saber claramente de dónde partía ni a donde llegaría. Fui un niño… crecí, recorrí muchos lugares de la patria grande. Acumulé años, pero nunca pude olvidar el hogar en que nací, un hogar sencillo donde pude respirar el aire fresco, contemplar la belleza de sus montes y alimentarme con los frutos de la tierra.
Mis primeros veintitrés años vividos en Siria me permiten decir que este país es mi patria, pero también después de vivir sesenta años aquí, en este querido suelo, puedo decir que Argentina es mi segunda patria. Actué siempre con lealtad y honestidad, hice patria con generosidad, mis descendientes son patriotas argentinos.
Tengo el gusto de compartir con ustedes el tema del patriotismo y creo que Argentina es y será un crisol de razas, ya que siempre supo dar cabida a quienes eligieron este país para continuar desarrollando sus vidas.
A los escritores y poetas nos incumbe una responsabilidad: tenemos el deber moral de velar por el bien del pueblo, volcando en nuestros escritos las necesidades, inquietudes, deseos, ilusiones y pensamientos de los ciudadanos.
Dar de nosotros mismos para iluminar el buen sendero que debemos transitar, como también advertir al pueblo de los errores y peligros que afectan a la patria y a sus habitantes.
El ciudadano que se precie de tal -sobre todo si tiene el honor de ser gobernante- debe velar por la independencia política y económica, no comprometiendo nunca los intereses nacionales ni servirse de ellos
Todos nacimos por igual, tenemos derecho al trabajo, a la vivienda, a la libertad de expresión y, por ende, a la seguridad de todos los ciudadanos.
La patria no necesita ni se construye con discursos sino con el trabajo honesto y útil de todos los días. Necesitamos hombres que desempeñen sus tareas con responsabilidad y que estén dispuestos a hacer de su país el lugar preferencial para lograr el bienestar de todos sus ciudadanos.
Patria grande es nuestro planeta tierra, es la madre de todo lo existente, de sus entrañas surgen las sustancias que alimentan la vida; imaginariamente, en naciones esta dividida. Por ende la tierra era, es y será una unidad de planeta, o sea
Por consiguiente, el hombre es el centro de la existencia, y debe colaborar con la obra de Dios en el rumbo ascendente, para acercarse al bien en el sendero de la verdad; si miramos hacia el pasado, veremos la distancia que nos separa en el conocimiento de la vida. Pasó mucho tiempo desde el comienzo de la vida en grupos, acompañados con el sufrimiento, el dolor y la dura lucha por la supervivencia, escalando desde el grupo a la ciudad, a un Estado, a
A lo largo de los tiempos, surgieron los imperios que, en nombre del patriotismo, ocuparon territorios ajenos por la fuerza, a costa de sacrificar tantas vidas a sus soldados como a los habitantes de los pueblos usurpados; pasaron muchos imperios, uno tras otro.
Las consecuencias fueron muchas durante muchos siglos; el siglo XIX fue testigo del surgimiento del patriotismo por la liberación de tantas formas de ocupación y explotación; se liberaron muchos países y se achicaron muchos imperios y cayeron muchas dictaduras.
Tras las guerras, las muertes y las destrucciones, surgió la organización de las Naciones Unidas, para prevenir las agresiones y los litigios en forma pacifica, y acordaron que todos los países tenían derecho a la independencia; fue un avance muy importante pero muy lejos de ser perfecto.
En el actual siglo comenzó un nuevo despertar, cada país tiene derecho de administrar su riqueza, su política y su democracia; es ahí cuando surge un nuevo patriotismo valiente y en paz.
Si de patriotismo se trata, en primer lugar nuestro reconocimiento a los héroes que idearon y organizaron la lucha para la liberación hasta alcanzar la independencia de
Luego podemos citar todo acto de patriotismo, como ejemplo, los voluntarios de bomberos, que arriesgan sus vidas por el prójimo.
En mi modesta opinión, el patriotismo, que es un sentimiento, lo debemos practicar todos los días siendo buenos ciudadanos; la honestidad, el respeto a las leyes, cumplir con el Estado y por supuesto con
Nací en Siria, a los veintitrés años llegue a Argentina; es decir que llevo ya cincuenta y ocho años aquí, estoy nacionalizado argentino y con el orgullo de serlo; conozco mis deberes hacia mi Argentina, donde disfruto de la misma libertad que poseen los nacidos en esta tierra.
No interesan los años que uno pueda vivir, pero si por alguna circunstancia me tocara dar la vida por una causa justa, por mi país adoptivo lo haría con alegría, porque entiendo que la vida es un momento de gloria, y nada más.
El baquiano
La senda tiene cien leguas
el baquiano las conoce.
Sabe de donde vienen
y sabe hacia donde van.
Con los arroyos y ríos
de la llanura pampeana.
En lo oscuro de la noche
avanza lento y sin miedo.
Observa los árboles que hay
y... si orientarse no puede
huele pastos, raíz y tierra.
En círculo da una vuelta
clava la vista en un punto
y... como flecha, galopa
desafiante como el viento
de la llanura pampeana.
Símbolo
Maria Sánchez de Thompson,
valiente dama argentina
Con hilos de cielo
Y nubes ...
Su patriotismo bordó.
Para exaltar a la patria
En sus famosas tertulias
Se escuchó con altivez
Vibrantes y audaces
Versos que escribió
Con devoción ...
Vicente López y Planes
¡UN ONCE DE MAYO FUE!
mil ochocientos trece
qué el entusiasmo
estalló con orgullo
en las gargantas...
Y de pié inmortalizaron
NUESTRO HIMNO NACIONAL
Símbolo de la
Patria amada
Fervorosamente
Cantado...
EN CASA DE UNA PATRIOTRA
Rosa Dulce Asenal
Ponchos al viento
Se mueven sombras
en medio del monte.
Al pie de la colina
en mil luces brilla.
Salta, la linda.
Pronto amanecerá
Martín Miguel, Macacha y Juana
salen de la intrincada espesura.
A través del monte
blanden sus rojos ponchos
con bravura.
Crujen, guardamontes, espuelas y lanzas.
Relinchos de caballos rasgan los aires.
Valor y coraje
los guía en la alborada.
En tropel cruza el valle
con sus bravos gauchos Martín Miguel.
Más atrás, a grito é tigre
Avanzan los montoneros
y es una danza
de ponchos y lanzas el valle.
La página inmortal
de “La guerra gaucha” escriben ya
desde los montes, valles y quebradas.
¡A la victoria, mis gauchos!
Es Martín Miguel quien lo grita
Macacha y Juana lo siguen.
Alza
y Salta toda se enciende de esperanza.
Arden las lanzas
sacan chispas los arcabuces.
De repente:
una bala traicionera, cruza el aire
lo halló a Martín desprevenido.
Cae el valiente en un aullido
Bramó de rabia y dolor
ensangrentado y con furia
exclamó: “¡No quedará
la historia trunca, del
suelo salteño!”
Y un juramento
como fuego se extendió.
¡Del suelo salteño
al enemigo echaremos!
Cierra los ojos Martín Miguel
en brazos de Macacha
cubierto de sangre, envuelto
en su poncho, su último aliento exhaló.
Susana Micone
Desarraigo y pobreza
“Porque su historia,
no es la historia del poder
sino la frágil vida oculta de los lirios,
la imperceptible nota de los bordes.”
María Teresa Dri
Frágil vida oculta
sin refugio
sin gloria
sin derechos.
Vidas anónimas
al margen
casi nada
cayendo en la nada.
Pequeñas vidas
transitando caminos
en nuestra tierra.
Más allá
más allá del asfalto
donde mueren los empedrados
nacen vidas
con destino de intemperie.
Semillas voladoras
los sin tierra
hierbas sin raíz.
Realidad globalizada
Realidad nuestra
multifacética
multifuncional
multicausal
multimedio
multicanal
multiplicadora de estupideces
multípara de las tristezas.
Realidad globalizada
como red al cardumen
nos atrapas comunicados y solos!
Muchos cayeron del globo
otros queremos bajarnos.
Realidad enmascarada
tragedia griega
opereta liviana
¿corso de barrio?
Realidad, me aturde
tu verborragia política!
Realidad, agonizas
aplastada por estadistas!
Realidad nuestra
demoníaca
despótica
destructora
despareja
devoradora!
María Delia Márquez
Al Ejército argentino
El púrpura del poniente
pintaba de rojo las ansias
del alma de los valientes
que cruzaban las montañas.
Laberintos de peñascos
les cortaban el camino
oquedades de silencio
en precipicios sombríos.
Ventiscas que lastimaban
como cuchillos sus caras
piedras, ríos y alimañas
tuvieron que desafiar.
Y a esa soledad infinita
de los Andes, colosal
que se cernía inclemente
para el fervor dominar,
pero el valor indomable
de aquel soldado argentino
superó con entereza
la negación de un destino.
Y con denuedo y fiereza
entre el frío y la borrasca
la neblina de las cumbres
que imponentes se elevaban
llevando a su jefe enfermo
acortaron las distancias.
¡Y llegó la epopeya al fin!
¡Un pueblo hermano fue libre!
Ejército de San Martín
que al enemigo venciste
hoy los patriotas te rinden
homenaje sin igual.
Al soldado de Malvinas
Envueltos en nieblas
de sueños de gloria
que grita embriagado
necio valentón
héroes argentinos
sin saber de guerras
riegan con su sangre
y tierno candor
la tierra perdida
las Islas Malvinas
que sentimos nuestras
¡Y es solo un clamor!...
El viento no espanta
las ansias despiertas
el frío no aplaca
el fuego interior
y dejan la vida
casi adolescentes
prendiendo en las almas
llamas de dolor.
Hoy rindo homenaje
a tanta bravura,
a tanto coraje,
a tanta ilusión
muchachitos nuestros
que en cruel holocausto
se fueron un día
para nuestro horror.
Para sus hermanos
y en lejana Patria
supieron dejarnos
en dulce porfía
lo que significa
¡Dignidad y Honor!
héroes argentinos
sin saber de guerras
riegan con su sangre
y tierno candor
la tierra perdida
las Islas Malvinas
que sentimos nuestras
¡Y es solo un clamor!...
El viento no espanta
las ansias despiertas
el frío no aplaca
el fuego interior
y dejan la vida
casi adolescentes
prendiendo en las almas
llamas de dolor.
Hoy rindo homenaje
a tanta bravura,
a tanto coraje,
a tanta ilusión
muchachitos nuestros
que en cruel holocausto
se fueron un día
para nuestro horror.
Para sus hermanos
y en lejana Patria
supieron dejarnos
en dulce porfía
lo que significa
¡Dignidad y Honor!
Dolor
Mi Patria está enferma
me duele mi Patria
postrada en tinieblas
carente de sol
sin ver horizontes
que alienten su vida
por hijos ingratos
que roban su amor
amor por la tierra
que henchida les brinda
su pan y el trabajo
que es redención.
¡Qué cruel la ceguera
de quienes, arteros,
confunden con saña
poder con honor!
sin ver la miseria
que siembran al paso,
dejando en los surcos
tan sólo dolor.
Elida Canestri de Eserequis
Para agradar a los patriotas
Nace
y de la sonrisa del cielo nativo
con ofrendas de amores y virtudes
de ceñidos y egregios patriotas.
Brota con su vergel de majestad de diosa
resplandece casta, dulce, argentina
iluminado su insigne nombre
embellecido por el numen de sus patriotas.
Brota
como compendio de nubes victoriosas
con destino de gloria y humanidad
convocados todos eternamente
por el himno, por su alado sonar.
Brota del temblor disperso de mayo
destello sublime, helado de estrellas
superando brumas, truenos, tempestades
¡Oh, Patria, corazón de ritmo epopéyico
y lenta ternura en los labios,
en la blanda densidad de los días
danos el nítido fervor para confiar!
Juntos lustremos el sol en silencio
porque así ansiaron, así ansían
los buenos, los nobles, los ilustres,
los que dignamente sostienen tu aliento,
célebres patriotas, ante quienes
nuestros párpados
se entornan con inmensa piedad.
Elsa A. Pagura
Mi tierra
La dicha he tenido
de aquí haber nacido.
Mi Patria es mi suelo
la tierra de albores
de dorados sueños
de versos y amores.
Aquí se han formado
hijos de talento;
en tus profundidades
savia han buscado
para su sustento
y la han hallado.
Alimento eres
como esa madre
que saca nutrientes
de donde puede,
se hace omnipotente
porque magia tiene.
Los hombres de mayo
aquí se han forjado
esos que han tenido
el alma integrada
al pulso encendido
del ruego sagrado.
Abiertos muy grandes
tus brazos y manos
para recibir
también a emigrantes
como si ellos fueran
tus propios hermanos,
¡porque es pueblo gaucho
de ideales sanos!
Mi Patria
¿Sabe qué linda es la tierra
de mi Patria generosa,
que en el cielo albiceleste
luce mi bandera hermosa?
En la pampa tan extensa,
canta alegre el arroyuelo
que serpentea en murmullos
enriqueciendo su suelo.
Atesora en sus entrañas
valles, montañas, la puna,
Patagonia que acaricia
con sus destellos la luna.
La dulce canción de cuna
que a los campos le dedica,
donde no falta el paisano
que con su guitarra en mano
y su verborragia rica,
canta a
¡Que es una gloria infinita!
Vida de campo (Oda)
Busca y busca el pastor
a la oveja descarriada,
se ha perdido o se escapó
entre valles y quebradas,
¿o tal vez por ese trueno
disparó disparatada?
Al llegar al aprisco
cuenta y vuelve a contar,
el que falta es un cordero,
¿ha caído al pedregal?
Presuroso el pastorcito
va el camino a desandar,
busca por montes y valles
y aún no ha podido hallar
al corderito pequeño
que seguro ha de andar
en busca de la manada
para poder regresar.
La flauta del muchachito
echa notas a volar,
para darle alguna pista
al extraviado animal.
Cuando cesa
en un instante
alcanza a escuchar
un balido quejumbroso
a lo lejos del lugar.
Corre, corre el pastorcito
para poder evitar
lo que supone un peligro
en este mal presagiar.
Cuando encuentra al corderito
allí pudo comprobar
que lo habían lastimado
alimañas del lugar.
Lo carga sobre sus hombros
para poderlo llevar
hasta el redil presuroso
para tratar de curar.
Varios días separado
seguro han de demandar
hasta sanar sus heridas
y volver a corretear.
¿Habría sido una enseñanza
para el pequeño animal
que no debe apartarse
de la manada jamás?
Payada de gauchos
La tierra circular
1. conteste payador…
Que pá todo se da mañana
Cuanto quiere usté a la tierra
Que no se lava ni baña…
2. Amo la tierra y me baño
Que hasta parezco más lindo
Pero no lo hago seguido
Pues me desconoce el pingo…
1. Digame usté aparcero
Si una respuesta a de dar…
Cuando le haga la pregunta
Qué es la tierra circular…
2. Disculpe mi información
Que mi sapiencia refleja
Creo es tierra que circula
Por dentro de sus orejas…
1. Mis orejas son morenas
Y expreso a modo de queja,
Cómo ha entrao tanta ignorancia
En esa poca cabeza…
Caben en ella mis ojos,
Oreja, nariz y boca,
Pelo y hasta algunos piojos…
1. Mejor es que concluyamos
Este modo de payar…
Me he quedado sin saber
Qué es la tierra circular…
Gabriel Tejo
A los chicos de Malvinas
Hoy son hombres…
y algunos son abuelos,
pero eran chicos
el día que partieron
para enfrentar
a un poderoso enemigo
capaz de hacer temblar
la tierra con su fuego.
Y entonces…
estos chicos conocieron
la traición, el abandono,
el sufrimiento…
y la bronca…
de mirar con impotencia
como tantos compañeros
no volvieron.
Y ya nada sería igual
para sus vidas,
porque habría un hueco
profundo y tremendo,
que no se llenaría
con palabras…
ni con promesas ligeras
como el viento.
les debe el homenaje
que se merecen,
estos héroes verdaderos,
y el pueblo, ¡que los ame!...
Y que comprenda
el inmenso sacrificio
que ofrecieron.
Alicia Pappalardo
Patria
Patria:
Tierra de aguas limpias y horizontes amanecidos de sol,
molinos de pan y esperanza,
hombres que edifican los sueños y siembran la paz.
Patria:
Hondos surcos en el cuerpo mineral de la tierra,
arco iris de pájaros y enredaderas de viento
frutos campesinos en los arados maduros.
Patria:
Lagos sureños, poblaciones de espigas,
ventisqueros, glaciares y altiplanos,
lejanos ecos de herencias indias.
Patria:
País de amor y trigo, de alfarería mágica,
de ceibos y juncales, de cataratas fragantes,
de golondrinas viajeras y horneros australes.
Patria:
Increíble cordillera con ansias de cielo,
lluvias abundantes sobre la cruz del sur,
albergue de cardos y costas rocosas.
Patria:
Domicilio del pampero bravío y refrescante,
puñado de arcilla en la vasija de América.
Hernán F. Padín
Patria que dueles…
¡Ay!, Patria…
Patria que dueles, que lastimas,
pero que también brindas
la paz verdadera y la dicha…
Patria plagada de contradicciones,
espejo de mi alma, de mis amores.
Un cóndor bravío clava sus ojos
en la infinitud de los montes.
Cordillera fronteriza, límite natural,
que viste pasar, con asombro,
a los valerosos soldados
que
Patria de San Martín,
de Belgrano, de Moreno y Sarmiento,
Patria de héroes que sus esfuerzos dieron
en pos de aquel ideal que moldearon.
Pero Patria también del vaqueano,
del gaucho bribón y el paisano,
aquel que a una tradición dio motivos,
que transitó la pampa
en busca de un sentido…
Patria del indio, poblador originario,
gran olvidado por la historia,
salvaje bravío que, en su coraje,
nos llenó de temor y orgullo,
pues su grito también fue el nuestro:
¡Libertad!... valor denegado.
Patria que es el tango,
y Buenos Aires y el puerto,
tierra de compadritos malevos
que en una vuelta de esquina
jugaron su destino
en un ademán de cuchillos…
¡Patria mía!
Amor infinito e ingrato
que en cada repliegue lastima,
cuya esencia confunde
con la maldad que la guía…
Pero esa tristeza no es Patria,
sino lo que han construido
almas sombrías, infectos gusanos,
que sudando discursos
usan la bandera de trapo.
Almas que venden, impías,
el patrimonio de un pueblo,
su esperanza y destino… ¡apostados!
Eso no es Patria, mi amigo,
sino aquello que la traiciona,
que con desvergüenza y saña
ha escrito su historia de sangre,
estupidez y hastío…
Patria que me lastima,
porque en mi mente resuena:
¡Malvinas!,
hija perdida por la desidia
que se desangró inútilmente
en las guerras fratricidas,
que hoy ve pasar por sus calles
como almas perdidas
a esos chicos sin destino
que la conciencia olvida…
Pero esta tierra que me vio nacer
me verá algún día morir también …
Y en ella he de existir,
hasta llegar mi partida,
cuando sólo quede aliento en mi pecho
para exclamar:
-Yo te he amado, ¡Argentina!
Lidia Azucena Púlice
Un burrito trovador
Trota, trota mi burrito
Trota, trota sin cesar
Trota, trota rapidito
Que nos vamos a jugar.
Mi burrito, rito, rito
Mi burrito, rito, rá
Trota, trota rapidito
Que ya estamos por llegar.
La escuelita ya está cerca
Mi burrito, rito, rá
Apuremos el pasito
Que
Las campanitas de Mayo
Ya repican sin cesar.
¡El veinticinco ha llegado!
Mi burrito, rito, rá.
Mi tierra
Mis lágrimas afloran
Me abandono.
Qué decir de mi tierra
A la que amo.
Tiene mi olor
Tiene mi esencia
Tiene mi vida
Tiene mi historia.
Qué decir de su rica geografía,
Ubicada en un punto inmejorable
Tiene ríos, cerros, pampa, cielo
Y los Andes magníficos la surcan.
Rodeada del mar cuya riqueza
Apetecen los hombres que se acercan
Y su historia de próceres cubierta
Que gestaron nuestros días de antaño.
Muchos fueron los cultores que sembraron
Con su pluma, con su arte y con su ciencia
Un futuro venturoso para todos
Embebido de saberes e intelecto.
Hoy mi tierra no es lo que querría,
La pobreza la invade y la maltrata
Y los niños, que sufren en la calle
Descendiendo…
Sin lo mínimo…
Lidio Jawniuk
Y me duele
Y me duele
medita sus miserias y su duelo,
sus destinos frustrados, sus anhelos
de crear, como el sol, la llamarada.
Esa luz, que opacaron los tiranos,
los dueños del poder y la riqueza
que dispensan dolor, tanta ¡pobreza!
hundiendo la ilusión en un pantano.
Y me duelen los brazos, que han sufrido
en el surco buscando el alimento.
Como el agua, que encuentra su contento
en las mieses y el germen que ha parido.
Y me duele el país, extenso y duro
que poblaron foráneos con su esfuerzo,
que en talleres y fábricas, dispersos,
su esqueleto vital, macizo y puro.
Y aquí estoy… tan perplejo y consumido,
viendo actuar la política nefasta
que coloca la enseña a media asta
con sus hijos sin pan y doloridos.
Nuevos bríos yo pido, y a destajo
la tarea es volver a la grandeza,
y no cabe tal vez ni la tibieza
sino el arduo sudor que da el trabajo.
Y la escuela, que nutre en frágil seso.
Y el saber, que sepulta la ignorancia.
En las aulas, la luz y la constancia
y el amor a las ciencias y al progreso.
Por los barcos que llevan la pradera,
en su vientre el cereal y la esperanza
de los hombres que sudan la labranza
con el trigo feliz, en primavera.
Es el cambio que quiero, que el destino,
por las nuevas veredas de este tiempo,
y el crisol de mil razas, nuevos vientos.
Con los hombres de bien, es su camino.
A
Seña la historia su epopeya viva
Marca la geografía tus distancias
Se me hace piel la idea y la constancia
De lograr
Del Ande acaso, a la cautiva tierra
Que en las Malvinas ensombreció tu anhelo
Se alza gigante este feliz anhelo
De forjar tu destino, en paz o en guerra.
Tus montañas, tus ríos, tus praderas,
Tu cielo te cobijan. Cien naciones,
La fuerza de la idea en que millones
Lucharon, para hacerlas duraderas.
Arde tu sol en la bandera amada,
El trabajo, el taller, el campo todo
Símbolo de libertad y, de este modo,
La nobleza se enciende en la mirada.
La cruz del sur bendice la tarea
De construir
Sin miedos, sin temor y no oprimidas
Que lucen sin censura las ideas.
El porvenir aguarda consumado
Lo que en la diaria tarea construimos,
Los brazos al amor que al mundo abrimos
Con cadenas ya rotas… liberados.
Inmigrante
Bajo el barco, con los sueños rotos
y con viejos dolores en su pecho,
escapando tal vez de su miseria
y sus manos colmadas de proyectos.
Su equipaje seguro es tan escaso
como enorme su esperanza, y esto
ilumina sutil, con luz del alba,
que amanece feliz en su cerebro.
Y la pampa feroz le dio el destino
que forjó con sudor y denuedo
abriendo surcos, con sus dedos duros,
con el afán que bendice sus intentos.
Inmigrante: ¡la tierra te ha querido!
como una novia que acapara el sueño
de las mieses que tanto te redimen,
recompensas del fruto de tu esfuerzo.
Y los hijos vinieron, y
se pobló con retoños en su seno.
Es la sangre de un mundo que cobija
la bandera argentina al extranjero.
Y la paz y el trabajo y el progreso
vinieron a formar un mundo pleno,
crisol de razas que transita altivo
y abre los brazos al futuro nuevo.
Tal vez tus huesos en la pampa duerman.
Aquella que te dio pan y sustento,
aquella que regaste cada día
con agua de tu frente y de tu aliento.
Y seguirán los hijos tu camino,
cual la semilla que germina adentro,
haciendo de
Faro de luz de la justicia, encuentro.
Rodolfo Luís Verón
¿Qué entiendo por Patria?
Desde mi Chaco
Cuando me preguntan qué entiendo por Patria,
porque muchos saben que vengo del indio,
les digo: es mi tierra, es mi pachamama,
cunas de mis padres y hogar de mis hijos.
y allá en las ciudades, altos edificios,
el que calza ojotas y es pastor de cabras,
de traje y corbata el hombre instruido.
Que es arroyo manso, turbulentos ríos,
que es monte chaqueño, que es cerro y es pampa,
que es duro quebracho del sur, altos pinos,
que es puma y guazuncho y en la altura, es águila.
En la puna ríspida, es guanaco y llama,
en mi Chaco agreste, el jaguar arisco,
en la pampa verde, pastorear de vacas
y en
Los campos sembrados del bendito trigo,
los algodonales, aquí, en mi comarca,
en tierras cuyanas, la vid, hecho vino
y en valles sureños, perfume a manzanas.
por las prepotencias que tienen los gringos,
buitres carroñeros, que clavan sus garras.
Ladrones de guantes de rancio apellido.
Patria... palabra sagrada con notas de himno,
con sólo nombrarla, mi sangre arrebata.
Henchido de orgullo por ser argentino
y honrar mi bandera, la celeste y blanca.
Así, así lo comprende, mi honor de ser indio;
¡te parece poco!, ¡todo eso, es
Amelia Fernández
¡Patria!... ¡Te recuerdo!
Recuerdo tiempos de niña
cuando cursaba el primario,
iba con mis trenzas largas
por las veredas del barrio,
almidonadas las tablas
del guardapolvo, planchado,
de azul y blanco mi orgullo
luciendo colores patrios.
De un frío Nueve de Julio
o un Veinticinco de Mayo,
el himno se hacía cielo
entre delantales blancos,
bombas rompían el silencio
en la mañana temprano,
había fiesta en la plaza,
Hoy sin comprender pregunto,
con cierto amargo resabio,
¿por qué foráneas costumbres
matan la esencia del pago?
Patria, quisiera que vuelvas
con tu corazón paisano,
y el himno, brote del alma
con el poder… ciudadano.
Injusticia
Querido barco, Crucero General Manuel Belgrano, que recorriste los mares del mundo haciendo flamear nuestros colores patrios, para hacer conocer la tierra del buen pan y del vino, “granero del mundo”.
Sin cesar y sin fatiga instruiste a nuestros jóvenes argentinos. Siempre te añoraremos; fue tan vil y salvaje el ataque que el enemigo te ocasionó en plena mar.
Fue la injusticia más perversa que sufrió nuestra Patria. Nunca será olvido, esos jóvenes que dieron sus vidas en pos de la libertad soberana.
El enemigo vil fijó sus garras en una de nuestras queridas reliquias patrias, para causar efectos de poder.
Crucero General Belgrano, nos queda el triste recuerdo a todos los argentinos.
En las costas australes tu figura, como un eterno héroe del pasado, seguirá custodiando nuestra libertad.
Rogamos sin cesar por la paz de los pueblos y de nuestra Patria.
Carolina Ocampo Mallov
Las voces del océano (Malvinas)
La luz mala vieron sus ojos
tiempo arisco de brevedad
fulgor inclemente del abuso
su cruenta historia no morirá.
Hambre helada, arma furiosa
lozanas vidas inexpertas
y sus ojos ajados de recuerdos
me miran: sangre eterna.
Ventaja explicita del ajeno
implícita inverecundia del poder
aullido convulso del veneno
que aún late en las fibras de su ser.
La ambigüedad fue reina del terreno
comensal privilegiada del sur
telaraña de truncadas juventudes
tendida por secretos de cruz.
Y en el festín sórdido de lo absurdo
donde los cuerpos fueron la flora común
donde la lluvia fue sangre gallarda
y se extendió un rojo antes azul.
Y braman aún sus memorias
desplegaba alas el mortal metal
y mil aves posesas de esas alas
regaban el lodoso previsible final.
¿Y qué ha quedado de la lucha?
En estas tierras indignadas
sujetos u objetos de mismo pasado
el llanto materno de la desgracia.
¿Y qué ha quedado sino reproches,
el tal vez y la razón sin razones,
el fuego angustiante de la llama
que, briosa, ardió y arde en dolores?
¿Fue ineficiencia pusilánime,
comandos fríos de consecuencia,
perversa traición oportunista,
la ilusa desventura de la impaciencia?
¡Brutalidad! ¡Ingenuidad!
Sí, tal vez lo fuera.
Mas al saberlo me pregunto,
¡llorará
No, como entonces hoy,
impune oscuridad plena.
¿Hemos perdido, hemos ganado?
Pues sólo la muerte victorea.
Felisa Fernández Alberté
En el monumento a los caídos por
Elévate Patria, ceñida de laureles
como ofrenda a los mártires,
de las gestas redentoras.
Por tu honor, en trágicas jornadas
sucumbieron en tu nombre, amada Patria.
Y al honrar justicieros su memoria
se yerguen orgullosas de su gloria
las sombras de preclaros hombres
de un pueblo de aguerridos héroes
que, con estirpe valerosa, resistió
frente al galo intrépido, la invasión.
En el Mayo libertario el grito dio
de Libertad, como soberana Nación,
y alzó su voz clamando redención
de la dominante espada del ávido conquistador
que de su suelo arrojó, con valiente ardor
dando pródigo su vida y su coraje.
Su bandera flameó, las tropas orgullosas
en las orillas del majestuoso Paraná
Criollo genuino de este suelo agreste,
mezcla del español y del indio salvaje,
al caudillo indómito y sangriento
remplazó por el imperio sagrado de la ley.
De luchas intestinas, en trágicas jornadas
se debatieron federales y unitarios,
pero
que los exilados patriotas dieron
a
sabias normas de paz, progreso y orden.
Alta hazaña, de más de medio siglo atrás
que ilustres patriotas nos legaron.
Que si laureles, como vencedores logramos
en gestas intrépidas, como vencidos más
a un pasado de sentido orgullo, gloria
que dejó su huella en nuestra historia.
De las presentes épocas somos testigos
no queridos y afligidos,
de políticas perversas que muestran
rica Patria de mieses y frutos generosa.
Yacen los pobres, gente de pueblo, en plazas.
Las huestes cartoneras, ausentes de la escuela,
entre pilas de basura se debaten.
La patria del dinero ahoga al idealismo
de nuevas libertades que excluyan la pobreza.
Y los mártires de
no encuentran la justa redención,
porque lucharon y dieron su existencia
con grandeza y desinteresada valentía,
justicia y gloria a
para un futuro que reivindique
de este suelo la memoria.
Canto lírico a la libertad
No es dado a los mercaderes
eterno hacer su tenebroso imperio,
sobre el globo infeliz, feroz porfía,
doquier el terror, el llanto, el duelo,
la orfandad, el desamparo y la pobreza.
Y en vano fieros, desde su alto asiento
el águila del norte, guerrera agita
los pueblos de América del Sur.
Sobre los montes y tendidos llanos,
desde México, con sus libertarios guasos,
el Amazonas su selva exuberante,
las pampas argentinas de doradas mieses.
Invocar de
independencia al suelo americano
piden las almas hambrientas, confundidas.
El sangriento poder, la vil codicia
que de antaño, en la conquista ignominiosa,
estas tierras desbastadas, condenaban
a la servidumbre y muerte al indio,
fruto de la tierra americana,
la noche del error que antes cubría
la ambición, cobrando nueva vida
de distintos modos sutiles
se apodera de sueños de libertad social.
Llegará el valiente artesano
dotado de humildad y de sapiencia
que destierre la posesión del imperio
y nos haga libres de la cuna
y sentimientos de poder
y nuestra carne ubérrima,
frente a nuestros cultivos verdes.
La causa que al caudillo el pecho inflama
del clientelismo las urnas llenas.
El sagrado entusiasmo, en tanto crece,
le impide ejecutar, como hijo denodado,
los planes que medita.
La tierra le muestra su fecundo seno,
herido y destrozado por el rayo
del Atlántico al Pacifico océano
oír parece el ruido de las olas espumosas,
plegarias fervientes del pueblo americano.
¡Cuanto sudor, cuanta fatiga os esperan
pueblos de
A fin de lograr la independencia prometida
que movidos los pueblos, que el hombre
los sagrados derechos invoca.
Decid, ¡oh pueblos!, de vuestra libertad,
libertad, libertad las altas torres
del orgullo americano, inflamados
a la luz de la gran filosofía, teoría del bien
en escritos de sabios revelada
a
al código sublime de nuevas sabias leyes
que han forjado, ellas, furor sagrado
cuando de esclavitud te redimieron.
En tu fecundo suelo crecerá, majestuoso
de libertad, el árbol sacrosanto.
Sobre sus montes alzará su frente
y sus ramas pomposas cubrirán
el más vasto continente.
Época memorable. Ya los pueblos
que tan altos acentos hoy escuchan,
como las olas del mar se agitan
en la búsqueda de un horizonte nuevo.
Noemí Rosalba Mulieri de Micone
La casa de mi abuelo
La casa de mi abuelo, allá en Barracas
tenía balcón sobre la calle Australia
zaguán y patio con parra;
allí vivió recién llegado de Italia.
Corredor con reloj, sala espaciosa,
en línea recta cuadradas piezas;
al fondo, siempre la parra armoniosa
dando sombra en las caldeadas siestas.
Allí nacieron los hijos de mi abuelo;
en el patio con macetones de helechos
risas fueron como mariposas en vuelo,
llantos de adiós, eco, en el zaguán estrecho.
La mesa tendida que a todos reunía
fue de mi padre recuerdo postrero;
redondo pan que la abuela María
horneaba en el fondo con amor supremo.
La mesa en el patio, llegadas las fiestas
estrellas tapadas por hojas de parra,
los hijos cantaban sin tener orquesta,
ricota en pasteles, canela y castañas.
Pasaron los años, la parra vestida, la parra desnuda,
ausencia primera de hermana sentida,
hogares plasmaron de vida futura,
ausencia segunda, de madre vencida.
Racimos inmensos colgados del cielo,
los moños de almíbar cubiertos, la mesa tendida.
Mi abuelo desde su hamaca miraba muy tierno
a los hijos de sus hijos, continuidad de su vida.
María Micaela Di Feo
Tierra nuestra
Pampa acústica
por grillos tamboreada.
Interminable canción
de sapos en los charcos.
Grave anuncio de tormenta inesperada...
pampa de lluvias, truenos y relámpagos.
Punta de flecha inflamado, allá lejos...
horizonte enlutado.
Pampa seca de los ardientes veranos
cual ríos sedientos de tierra amarronados.
Pastizales ondulantes, dorados.
Mintiendo al sol, sus tallos quebrados.
Pampa histórica de los ancestros,
indios fuertes a caballo.
Defendiendo su extensa tierra,
por los poderosos, relegados.
Pampa húmeda cuando la cultivaron,
pampa generosa
cuando su abrigo reclamaron.
Madre tierra de los pájaros
ombúes y álamos.
Cielo y tierra... tierra y cielo
con cinta de nubes, amarrados.
Con los brazos abiertos...
esperando que vuelvan sus hijos añorados,
envueltos en pañales de horizonte
y por la luna iluminados...
Pampa antigua,
de los gauchos recuerdos...
Argentina, tierra nuestra
en el milagro del sol, nostalgias y tiempos.
Berta Yastrubni
Nuestras Malvinas
Cuando la guerra enlutó nuestra realidad
la sangre ofrendada se vertió rauda...
y el sol besó la macilenta carne de cañón
¿Por qué este odio insensato
y no la paz ansiada entre los hombres?
¿Por qué estos campanazos estridentes
golpeando nuestro espíritu?
profanando con ecos
el tañido de
Patria que dio hombres con bravura
defendiendo con honor sus ideales y su suelo
para que nuestra tierra sea promisoria
sabiendo que vida y muerte tienen vigencia milenaria
...y aunque las lágrimas
preñaron la esencia del pueblo
en el fragor del combate
...y el rezo fue cambiado por el arma
con el corazón oprimido de dolor y angustia
nada ni nadie amedrentó el coraje
ni la convicción de pertenencia...
Pobres de almas aquellos enajenados
en la codicia del poder
Pobres de almas aquellos insensatos
que empujaron a la guerra...
aún así / jamás agonizaremos / porque
nos alzaremos sobre el eterno descanso
de los caídos
enarbolando la blanca y celeste,
personificandonos en mensaje profético
a través de generaciones...
hendiendo los confines al grito de
¡LAS MALVINAS SON ARGENTINAS!
Mabel Haydeé Segurado
Oración a la bandera
Recorriendo huellas
Imagen de un río
de aguas dolientes
haciendo preguntas
buscando respuestas.
Retrato de angustia
en valientes almas
con pañuelos blancos
recorriendo huellas.
En puentes oscuros
que ocultan traiciones
vistiendo uniformes
que una vez juraron
defender justicia...
defender la vida...
Imagen de un río
retrato de angustia
con pañuelos blancos
pidiendo justicia...
Allí, donde se ubican las imágenes caras a la representación del don divino de la vida.
Allí donde te buscas con ansias de justificación en tus actitudes. Allí donde el silencio solemne de tus remansos espirituales lleva a la contemplación y al éxtasis, allí debes levantar inmaculada, lejos de toda profanación, con la custodia sagrada de la sabiduría, el altar de la bandera.
Cuando tus huellas comiencen a teñir de celeste y blanco, cuando toda tu alma se columbre de sus colores, cuando todas las auroras y todos los ocasos tengan el bicolor entramado, cuando en el bravío ardor de la disputa meridiana sientas serenarte con el imperio sublime de la razón, y las lágrimas del triunfo o de la derrota bifurquen tu visión en celeste y blanco, es porque estás pensando en función de patria y toda tu sangre se torna un río celeste y blanco en el alambique de la ambición.
Tu bandera no es sólo un emblema, es tu alma y la de todos… expuesta a los ojos del Creador, reclamando la bendición de la paz eterna, con la promesa firme de la redención.
La «Casa Belgraniana» y distintos Centros de Cultura han honrado esta oración destacándola en varias ocasiones.
Al General San Martín
Dedicado a las fundaciones y casas sanmartinianas de todo el país (recordando como educadores sus indiscutidos valores).
El General Don José de San Martín es posiblemente la figura más atractiva que nos ofrece la historia entre los adalides de la libertad.
Su veneración conoce el ámbito inmenso de la universalidad.
En San Martín hay algo más que un genio militar y es la dimensión honesta y sincera, ecuánime y austera que puso en todos los actos de su azarosa existencia.
Su nombre debe ser cita para el lugar común de todos los argentinos que, presos de las pasiones personales, pierden el rumbo en las horas difíciles que aquejan a
Un emotivo viaje a Chile*
Las voces que han dictado estos escritos nos van uniendo de generación en generación, llevan consigo mandatos imposibles de esquivar.
Ejemplo de lo dicho es que, no casualmente, al cierre del Tomo IV de la edición de esta antología de poetas de
Y me tocó a mí la suerte de ser, en este importante presente, una humilde intermediaria entre los representantes de la cultura chilena y la nuestra.
Fechado febrero de
Como escritora y docente se han conmovido las fibras más íntimas de mi alma en un deseo de paz infinita; haciendo votos por los jóvenes “sanmartinianos” para que se superen a sí mismos, sacando soldados de la nada, midiéndose con la montaña y el mar, venciendo imperios, en pos de la libertad.
(*) Texto dedicado por la autora a la antología de poetas de
DATOS DE LOS AUTORES
Alberto Poeti: Escritor de la ciudad de Lanús. Ha publicado el libro “Intonclus” (2007) con lo mejor de su poesía, y ha participado en antologías literarias.
Claudia Sofía Prieto: Docente recibida en
Hanna Khouri: Ensayista, poeta y narrador nacido en Siria y residente en Argentina. Es autor del libro “Imaginaciones” (2006), escrito en tres idiomas.
Lydia A. Lopez: Escritora ganadora de varios premios literarios en la ciudad de Lanús. Ha participado en antologías de
Rosa Dulce Asenal: Oriunda de Daireaux (Pcia. de Buenos Aires), ha escrito ensayos sobre historia contemporánea e indígena. Participó en Antologías de SADE Lanús y otras instituciones.
María Delia Márquez: Escritora lanusense, ha obtenido varios premios y menciones en literatura y también en teatro. Ha integrado diversas antologías literarias.
Elida Canestri de Eserequis: Es Profesora de Letras por
Elsa A. Pagura: Escritora y poeta nacida en Arroyo Seco, ha obtenido un Segundo Premio de
Hernán Padín: Profesor de Psicología, escritor y filósofo, ha publicado “Desestructuraciones” (1999), “El Itinerario del Caminante” (2004) y “Filodoxia” (2006). Es Director de Ediciones Independientes Minerva.
Lidio Jawniuk Abogado y escritor nacido en Lanús, forestador y amigo de la naturaleza, publicó “Poemas de mi soledad y una canción de amor” y “Caminos, senderos y atajos”.
Rodolfo Luís Verón: Poeta chaqueño de rima perfecta y profundo sentido humano, publicó “Añorando el pago” (2002) y “Tiempo de volver” (2006). Participó en diversas antologías y ganó numerosos premios.
Amelia Fernández: Poeta rosarina, obtuvo distinciones por su obra literaria y publicó “Cariñosamente” (2008). También participó en numerosas antologías.
Felisa Fernández Alberté: Poeta, ensayista, abogada, historiadora, conferencista y ex-presidenta de SADE Lanús. Entre otros títulos publicó “Constituciones de papel” (1990), “Una sociedad sin honor” (2004) y “El código de honor de los argentinos” (2007).
Carolina Ocampo Mallov: Joven poeta de 18 años. Participó una antología e integra el taller literario de
Alicia Pappalardo: Profesora de Lengua y Ciencias Sociales, colaboradora en distintas publicaciones educativas, participó en concursos de poesía con premios y menciones especiales, así como en talleres literarios en Lanús.
Mabel Haydeé Segurado: Escritora y docente, Profesora de Matemáticas y Física, ha publicado sus obras junto a las de su padre, Gerardo Segurado, en el libro “Poesía Compartida” (2006).
Gabriel Tejo: Poeta y guitarrista de General Pringles.
-Otros autores participantes: Lidia Azucena Pulice, María Micaela Di Feo y Berta Yastrubni (integrantes del taller litarario de